LA CARNE DE CERDO AYUDA A CONSERVAR LA MASA MUSCULAR Y A MANTENER LOS HUESOS
Las personas mayores comparten una serie de características y peculiaridades que deben ser consideradas a la hora de fomentar unos hábitos de vida saludable. Una buena alimentación y un fomento de la práctica habitual de actividad física son adecuados también para los mayores. En este sentido, los cortes magros de la carne de cerdo y los productos cárnicos pueden ocupar un lugar importante dentro de su alimentación gracias a sus características nutricionales.
La carne de cerdo de capa blanca, debido a su bajo contenido en grasa, presenta una gran diversidad de cortes y de productos cárnicos que se adaptan a las diferentes situaciones fisiológicas o patológicas de los individuos, así como los requerimientos de los diferentes grupos de edad. Los cortes magros de la carne de cerdo, como el lomo, sólo contienen 2,65 gramos de grasa por cada 100 gramos., menos que la que contiene un muslo de pollo, 2,8 gramos por cada 100 gramos. Además de lo anterior, aproximadamente un 70% de la grasa de la carne de cerdo es subcutánea, por lo que resulta de fácil eliminación.
En las personas mayores, las proteínas contenidas en la carne de cerdo ayudan a:
- Conservar la masa muscular
- Mantener los huesos en condiciones normales.
Asimismo, dentro de este grupo poblacional, a menudo se producen bajas ingestas de algunos nutrientes imprescindibles como el zinc, que contribuye a:
- Mantener los huesos y la visión en condiciones normales.
- Favorecer la protección de las células frente al daño oxidativo.
O la vitamina B6, que se pueden incorporar en el organismo a través de la inclusión de la carne de cerdo en una dieta equilibrada y ayuda a:
- Disminuir el cansancio y la fatiga.
- Contribuir de manera eficaz al funcionamiento normal del sistema nervioso.
Por todo lo anterior, al ser un alimento con una gran versatilidad gastronómica, se pude incluir en multitud de preparaciones culinarias que se adapten a sus necesidades. La dieta de las personas mayores tiene que incluir alimentos que les aporten los nutrientes necesarios y, al mismo tiempo, sean fáciles de masticar y digerir. La carne de cerdo de capa blanca resulta idónea, tanto por su aporte de proteínas y minerales, como por sus posibilidades culinarias.
Fuente: Revista de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España.